martes, 15 de mayo de 2012

Objetivamente hablando


Ayer por fin respiré tranquilo al ver a Miguel Ángel Ramírez, presidente de UD Las Palmas, en Nueve Deportes, hablar de pasado, presente y, sobretodo, futuro del equipo amarillo. Digo que respiré tranquilo porque ya pensaba que era un bicho raro al pensar - y decir por activa y pasiva - que el objetivo del equipo no era la salvación. El propio mandatario grancanario así lo expresó, por primera vez esta temporada: "El objetivo no era la permanencia. La exigencia interna era luchar por subir, porque conocemos el potencial de la plantilla". 
Ortega y Ramírez en el palco. Foto: Carlos Díaz-Recio
Sólo faltaba el presidente por decirlo. Los jugadores, aunque no lo digan en los medios de comunicación, también lo piensan. La afición, que ya demostró su descontento con el equipo el pasado viernes, también pedía más ambición. Y la prensa, o por lo menos la que no representa al club, cansada de mediocridad, ansía cotas más altas.

Ha sido una temporada de transición. Uf, que mal suena eso. Me recuerda a los brotes verdes de ZP. Lo cierto es que la afición, tras ver como se despedía Viera y ver como sus dirigentes se conformaban con pelear por las migajas con Sabadell, Nástic, Alcoyano, Guadalajara..., por fin dijo basta. Seis mil y pocos fueron los que, con una sonora pitada, demostraron su descontento, cansancio e indignación.
La temporada 2011/12 pasará a la historia por las innumerables comparaciones, sobretodo por parte de Juan Manuel, entre Paco Jémez y él mismo. Saca pecho el técnico por mantener al equipo, "sin sobresaltos", en una de las ligas de plata menos disputada de los último tiempos. Una liga que da el premio de ascender a los seis primeros clasificados, y de la que sólo descenderán tres (Villarreal B ya descendido por el descenso del primer equipo).
El presidente ha salido a dar la cara, algo que se agradece. Anuncia "cinco o seis bajas" y "cinco o seis fichajes". También ha dicho - algo que ya todos sabíamos - que Juan Manuel "puede" que no siga el próximo año. Me parece una actitud ambiciosa por parte de M.A.R.
A mediados del mes de mayo, es bueno conocer los objetivos de la próxima temporada. Las Palmas ha madrugado. Los amarillos llevan dos semanas de pretemporada. Por delante cuatro meses - y cinco partidos de una temporada terminada - para hablar sobre descartes y fichajes. Con la meta 2012/13 marcada, el próximo objetivo es cerrar la plantilla cuanto antes para comenzar con buen pie el próximo año.


martes, 8 de mayo de 2012

Crónica de un traspaso anunciado

Se acabaron los rumores. Finalizó la espera. La incertidumbre llegó a su fin. La película siguió el guión previsto y, a falta de la firma, Jonathan Viera vestirá la camiseta del Valencia CF la próxima temporada. Se quiere dar prisa el equipo ché, ya que quiere que Viera, que no Vieira, se incorpore lo antes posible a sus filas para disputar la gira americana de final de mes.
Jonathan Viera. Foto: Carlos Díaz-Recio
Jonathan ha cumplido su palabra "a final de temporada veremos mi futuro" "no me marcharé sin dejar dinero en el club".
Las tres partes quedan satisfechas. En estos días inciertos en que vivir es un arte, 2 millones de euros más 500.000 de variables, es una cifra más que aceptable por un jugador, muy bueno eso sí, pero que sólo ha jugado 50 partidos en Segunda división y no es un fijo en la sub21, y que no olvidemos que acababa contrato con Las Palmas el próximo año.
El club, obligado a vender, pierde un activo muy importante. Quizás uno de los jugadores con más talento que ha pasado por UD en la última etapa, y que, a pesar de estar sólo dos años en el primer equipo, ha dejado una huella difícil de borrar. Una pisada de esperanza para darnos cuenta que en nuestros barrios siguen brotando genios del fútbol. Un chico que, junto a los de su generación y la falta de presupuesto, nos han enseñado a girar el cuello y confiar en la cantera. ¡Bendita crisis!
"Romario" también gana. Ficha por un primera que juega una media de 55 partidos por temporada y, fiándonos de las palabras de su coordinador técnico, Braulio Vázquez, todo hace pensar que tendrá minutos en el proyecto de Pellegrino.
Un salto de calidad para un chico al que la afición ha mimado y maltratado según la dirección del viento. De Viera se ha dicho que es el nuevo David Silva, que su talento callejero no se entrena y que su descaro dentro del campo es sobresaliente. Cuando los rumores de su venta y la presión entró en la casa de los Viera, el chico fue tachado de querer borrarse con expulsiones sin justificación. Me quedo siempre con lo primero.
Sólo queda asistir el viernes al Gran Canaria para aplaudir a un chico que, por lo menos a mi, me ha levantado más de una vez de mi asiento.
Me quedo con una frase que me dijo la primera vez que le hice una entrevista: "Juego como si estuviese en el barrio con mis amigos", espero y deseo, por el bien del fútbol, que Jonathan Viera nunca pierda esa inocencia futbolista. Con la madurez que ha adquirido y la que le queda por adquirir, estoy convencido de que algún día presumiremos de canariedad con Viera, como ahora lo hacemos con Valerón o Silva. ¡Adiós genio!