No fui el único sorprendido. No fui el único que echó de menos a Deivid en el once titular. El central estaba siendo una pieza clave en el equipo. Partícipe en primera persona de la remontada amarilla. Ayer presenció el partido desde el banco y él mismo dijo sentirse sorprendido.
Murillo y David G. abrazan a Guerrero. Foto: Carlos Díaz-Recio |
Creo que el único que no se sorprendió fue el entrenador. Lo tiene claro Lobera: “el problema es que los tres defensas están muy bien y uno se tiene que quedar fuera y no es solo por dinámica, sino por dosificar los minutos”. Bendito problema.
El talón de Aquiles de las últimas temporadas, la defensa, está mejor que nunca. Murillo es un fijo y en este arranque está siendo el mejor, junto con Thievy. Deivid ha demostrado que puede ordenar la defensa y sacar el balón jugado, y David García, tras un comienzo con titubeos, ha vuelto a ser ese jugador sólido y fiable. No hay que dejar de lado a Juanpe. El joven central no ha disputado ni un solo minuto y, aunque viva en la sombra en este momento, todos sabemos la calidad y el talento que atesora.
Tras un par de semanas en el purgatorio, donde su cabeza pendía de un hilo, Lobera ha conseguido sacar lo mejor de los tres, y ahora tiene un problema a la hora de elegir.
Pignol ante la Ponferradina. Foto: Carlos Díaz-Recio |
No sólo los centrales están metidos. Dani Castellano se ha consagrado en el lateral zurdo a base de trabajo. Ofensivamente se atreve cada vez más a llegar al ataque y ha aprendido el oficio de defender en un tiempo récord, comiéndole la tostada a Corrales. En la derecha, Pignol. El francés cuajó ayer un buen partido. Cerró su banda y se atrevió a llegar a la línea de fondo asistiendo a Guerrero. Vio su quinta amarilla y se perderá el partido ante el Hércules. También aquí tiene opciones el míster. David García y Deivid pueden jugar en la derecha, sin olvidar a David Simón, que está haciendo un buen año en el filial y Aythami que sigue entre algodones. Veremos cómo lo suple Lobera.
Esta temporada hay opciones —que diría un entrenador— o problemas —que diría el jugador sacrificado—. Los fichajes han sido acertados y Lobera ha conseguido poner a tope a los miembros de la zaga. ¿Opciones o problemas? Muchas opciones, bendito problema.