miércoles, 7 de septiembre de 2011

Comienza el Botellón

La verdad es que como en España...en ningún lao, pero cuantas cosas tenemos que aprender de los ingleses.  Ellos no tienen problemas de agenda si un partido se suspende - hay partidos en navidad -, ellos no tienen problemas para vender los derechos de la Premier - por eso todavía queda algo de competitividad -, pero sobre todo ellos tienen una Copa como Dios manda
El sistema de competición de la Copa del Rey es ridícula. Los pequeños se pegan de tortas durante tres rondas buscando el premio - por no decir su objetivo último - de enfrentarse a un equipo de Primera que llene sus estadios y sus maltrechas economías. El partido es obviamente a ida y vuelta, no vaya a ser que un equipo de Primera se elimine. Lo peor de todo es que ya damos este "injusto" sistema por válido. 
En el Reino del fish and chips, la pinta y los buses de dos pisos compiten desde el primer momento. ¡Que verbo tan bonito!...competir. Aquí, en España, hace tiempo que no sabemos lo que es eso. Ya lo dije antes, hay que aprender mucho de los ingleses. A la desigualdad existente - y de rabiosa actualidad - en la Liga de Primera, hay que sumarle el sistema de competición de la Copa. 
El orgullo futbolístico invita a los entrenadores a no reservar sus fuerzas, pero el intelecto te pide otra cosa. ¿Para que vas a alinear a tus mejores hombres, si sabes que caerás eliminado antes o después? Lo más inteligente es hacer rotaciones, probar cosas y esperar caer eliminado lo antes posible, para que los equipos con menos presupuesto se centren en su objetivo en la Liga. La Copa del Rey está diseñada para que ganen los mismos que ganarán la Liga.
Entre todos - unos con más culpa que otros - han conseguido que una Copa de buen gusto se convierta en un Botellón callejero.

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