lunes, 13 de junio de 2011

Erase una vez un bar de carretera

 Un niño le preguntaba a su padre, en un semáforo,  allá por la temporada un 2001/02, ¿papá, por qué somos del atleti? El niño, de unos ocho años, no sabía porque animaba a un equipo que, a lo largo de su corta vida, no hacía más que darle disgustos.
Parece común que la afición del Atlético de Madrid esté acostumbrada a sufrir, a ser el “pupas”, a no ganar al Madrid, a conformarse con las migajas que le dejan los “grandes” de la liga, y año tras año volverse a hacerse la misma pregunta, ¿papa, por qué somos del atleti?. Parece que los colchoneros están destinados a llorar la marcha de sus cracks sin elevar la voz. Torres, capitán siendo un crío, tuvo que abandonar el Calderón sin ganar nada con el club de su vida. Agüero es el claro ejemplo de la mentalidad atlética en las últimas décadas. Un jugador de talla mundial que está loco por marcharse del Manzanares porque sabe que allí no triunfará. No le falta razón, pero lo más triste es que a nadie le sorprende.
El Club Atlético de Madrid se ha convertido en un bar de carretera, en un lugar de paso. Se ha convertido, o lo han convertido, en un lugar en el que nadie está a gusto. Una directiva que es el fiel reflejo del aficionado al que no le duele el atleti. El aficionado ha sido tan golpeado, ninguneado, humillado, ultrajado…, a fin de cuentas, maltratado, que una loncha de jamón york le sabe a ibérico.
¿Ha elevado alguien la voz tras la lamentable temporada del equipo? Recuerdo que el Atleti se ha quedado séptimo clasificado, o lo que es lo mismo, la última plaza que da la opción a disputar la previa de la UEFA, o hablando más claro, el último clasificado de la clase media de la liga española.
Torres el día de su despedida. Foto: fernandotorres-9.com
En Europa la temporada fue de chiste. Los de Quique se eliminaron de la Europa League – con todo el respeto, la Champions de los segundones – en un grupo compuesto por Rosenborg (Noruega), Aris (Grecia) y Leverkusen (Alemania).
Por si todo esto fuera poco, una pelea de bar de carretera – con sus vasos y sillas volando – Quique se enfrenta a Forlán y viceversa. El MVP del Mundial de Sudáfrica terminó en el banquillo viendo como Diego Costa – que no le amarra una bota – se hacía la pareja del Kun Agüero.
El nuevo proyecto comienza con Caminero, Vizcaino y Aguilera, atléticos de pro. Lo primero era buscar un entrenador, y hasta en esto el Atleti sigue siendo el pupas. Luis Enrique dijo no. A Simeone tampoco lograron convencerle. Al final Manzano, que no tuvo suerte en la anterior etapa, y que no era el primer objetivo.
Veremos que depara el 2012. Veremos dónde juega Agüero y dónde De Gea, pero sobre todo estaremos atentos a ver qué pasa con el “Bar Calderón” que lleva mucho tiempo con el cartel “Cerrado hasta ya veremos”.

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