domingo, 12 de junio de 2011

La Segunda mola

El bipartidismo de Barça y Real Madrid en Primera División  está llevando a la mal llamada liga de las estrellas a parecerse cada vez a una liga vulgar en la que el único aliciente es saber quién jugará Champions y que equipos descenderán.
Cada año es más sonora la desigualdad que existe y, lamentablemente, cada año será más y más notorio hasta que a algún iluminado se le ocurra poner en práctica la idea de una liga europea. La BBVA se acerca peligrosamente a convertirse en la extensión 2.0 de la liga escocesa en la que Rangers y Celtic son los únicos equipos que pueden competir por levantar el título de liga. Esto es gracias a que la tarta de las televisiones cada vez está peor repartida. Madrid y Barça podrán volverá a tirar la casa por la ventana para fichar al jugador que necesiten. Esto además de incrementar la calidad de su equipo, desarma a los rivales que no pueden retener a sus estrellas.
Ruben Castro celebrando un gol. Foto: marca.com
Por eso digo que la Segunda División mola. Las diferencias existen, de eso no hay duda, pero la desigualdad no es tan escandalosa. Todavía existe la emoción de tener la incertidumbre de no saber quién ganará el partido, algo extinguido en Primera. La LFP se ha inventado una promoción de ascenso la mar de vistosa. Esta temporada Rayo y Betis subieron de forma directa, y cuatro equipos se están jugando la plaza que queda. La Segunda mola, porque los favoritos al ascenso – Celta y Valladolid – han pinchado ante el Elche, que iba de tapado, y ante el Granada, que cosas de la vida, el año pasado jugaba en Segunda B.  La Segunda mola porque hay sorpresas. Este año ha sido el descenso del CD Tenerife, que había diseñado un equipo para ascender – con presupuesto de equipo UEFA – y tras una campaña horrible, jugará el próximo año en la categoría de bronce. Mola por ver la asombrosa temporada del Barça B. Los de Luis Enrique acabaron el año en tercera posición. El filial azulgrana ha practicado el mejor fútbol de la categoría, jugando de forma descarada y de gran calidad.
Cejudo en Osasuna. Foto: marca.com
Muchos futbolistas que este año jugaron en Segunda se han ganado “el ascenso” a Primera, y el año que viene lo harán al máximo nivel. El primero de ellos fue Álvaro Cejudo, que en invierno abandonó Las Palmas para recalar en Osasuna, club en que también jugará Ibrahima tras su paso por el Numancia. Barkero se marcha al Levante. Nino está haciendo un casting, Osasuna, Elche, Depor y Sporting quieren al almeriense. En Gijón también quieren a Ricardo, del “Tete” y al delantero del Rayo Armenteros.
Muchos serán los jugadores de “segunda” que jueguen en la liga BBVA, pero sólo espero que la Primera no muera en el bipartidismo y, sobre todo, que la Segunda siga molando.

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